Qué hacer en Estambul en una semana
Antes de salir a dar la vuelta al
mundo es recomendable preparar una mini-guía de todos los destinos para tener
una idea de qué ver en cada uno. Una semana en cada ciudad puede parecer mucho,
pero se exprime muy rápido. 
Estambul es una de las ciudades más bellas del mundo. Situada en un
enclave único entre Asia y Europa, ha sido forjada por milenios multiculturales
que han dejado una profunda huella en su arquitectura, artesanía, gastronomía,…
y en ese espíritu único de sus habitantes. 
1. La llamada a la oración 
Ismak: dos horas antes de amanecer para despertar.
Günes: antes de que aparezca el sol, cuando está
amaneciendo.
Ogle: al mediodía.
Ikindi: por la tarde, cuando las sombras de los
objetos y su altura es la misma.
Aksam: en la puesta de sol.
Yatsi: cuando la última luz del día ya ha desaparecido
Islamistas durante el Ezam en Estambul
2. La Mezquita Azul 
Varias imágenes de la Mezquita Azul
Santa Sofía
4. Palacio de Topkapi 
En el mismo recinto se
encuentran el Museo Arqueológico, el Harén y otros edificios de interés. El
Harén era el lugar donde residía el Sultán, su familia y entre 500 y 800
mujeres de nivel alto cultural adiestradas en ciertas habilidades. La Reina
Madre era la máxima responsable de él. 
El Harem
5. Paseo en barco por el Bósforo
6. Gran Bazar
Artesanía en el Gran Bazar
8. Cisterna basílica Es una de las múltiples cisternas
que hay en Estambul.
Es una de las múltiples cisternas
que hay en Estambul. 
Estas son depósitos que se construyeron para que la ciudad
tuviera reservas de agua en caso de ser atacada. La Cisterna Basílica fue
construida en tiempos de Justiniano I (527 – 565) para abastecer al Palacio
Bizantino. Los estilos de las columnas son muy variados, ya que fueron
reutilizados de antiguas estructuras y monumentos.
El paseo turístico se hace por unas
pasarelas que van por encima del agua. Lo que llama la atención es que de entre
las 336 columnas de la basílica, hay dos que tiene como base una cabeza de
Medusa, un ser mitológico que convertía en piedra a quien mirara.
9. Comida
La variedad es la característica
principal de esta ciudad. Podrás sobrevivir a base de kebabs baratos que venden
por las calles, de unas pizzas llamadas lahmacun
y de dulce como baklava. Si quieres disfrutar de productos frescos el mejor sitio es Kagavalti Evi, un local abierto recientemente con desayunos muy
buenos. Para comer con un ambiente de lujo Abracadabra,
del chef Dilara Erbay, magia gastronómica y vistas del Bósforo garantizadas.
10. Vida nocturna
Vista nocturna al lado del puerto
Una ciudad realmente bonita y
espectacular. Queridos lectores, si tenéis la oportunidad de ir no la
desaprovechéis, os sorprenderá de verdad. 
¡Nos vemos en el próximo destino!
Fuentes:
La maleta de Carla (http://www.lamaletadecarla.com/)
Con mochila (http://www.conmochila.com/)
Estambul.es (http://www.estambul.es/)
Fotografía:
Bárbara Huerta
Ismak: dos horas antes de amanecer para despertar.
Günes: antes de que aparezca el sol, cuando está amaneciendo.
Ogle: al mediodía.
Ikindi: por la tarde, cuando las sombras de los objetos y su altura es la misma.
Aksam: en la puesta de sol.
Yatsi: cuando la última luz del día ya ha desaparecido
Günes: antes de que aparezca el sol, cuando está amaneciendo.
Ogle: al mediodía.
Ikindi: por la tarde, cuando las sombras de los objetos y su altura es la misma.
Aksam: en la puesta de sol.
Yatsi: cuando la última luz del día ya ha desaparecido
Islamistas durante el Ezam en Estambul
Varias imágenes de la Mezquita Azul
Santa Sofía
En el mismo recinto se encuentran el Museo Arqueológico, el Harén y otros edificios de interés. El Harén era el lugar donde residía el Sultán, su familia y entre 500 y 800 mujeres de nivel alto cultural adiestradas en ciertas habilidades. La Reina Madre era la máxima responsable de él.
El Harem
Artesanía en el Gran Bazar
 Es una de las múltiples cisternas
que hay en Estambul.
Es una de las múltiples cisternas
que hay en Estambul. Estas son depósitos que se construyeron para que la ciudad tuviera reservas de agua en caso de ser atacada. La Cisterna Basílica fue construida en tiempos de Justiniano I (527 – 565) para abastecer al Palacio Bizantino. Los estilos de las columnas son muy variados, ya que fueron reutilizados de antiguas estructuras y monumentos.
El paseo turístico se hace por unas pasarelas que van por encima del agua. Lo que llama la atención es que de entre las 336 columnas de la basílica, hay dos que tiene como base una cabeza de Medusa, un ser mitológico que convertía en piedra a quien mirara.
La variedad es la característica principal de esta ciudad. Podrás sobrevivir a base de kebabs baratos que venden por las calles, de unas pizzas llamadas lahmacun y de dulce como baklava. Si quieres disfrutar de productos frescos el mejor sitio es Kagavalti Evi, un local abierto recientemente con desayunos muy buenos. Para comer con un ambiente de lujo Abracadabra, del chef Dilara Erbay, magia gastronómica y vistas del Bósforo garantizadas.
Vista nocturna al lado del puerto
Una ciudad realmente bonita y espectacular. Queridos lectores, si tenéis la oportunidad de ir no la desaprovechéis, os sorprenderá de verdad.
¡Nos vemos en el próximo destino!
Fuentes:
La maleta de Carla (http://www.lamaletadecarla.com/)
Con mochila (http://www.conmochila.com/)
Estambul.es (http://www.estambul.es/)
Fotografía:
Bárbara Huerta





 



 
 

!Muy completa la entrada! Dan ganas de visitarlo ya .
ResponderEliminarMuy interesante y muy bien planteado. Como dicen vuestros compañeros, dan ganas de coger las maletas e irse para allá!!
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